ME HUNDÍ EN TUS PECHOS...

Ahora echo de menos a aquel pobre chico sumiso, o a aquel soñador que se veía en un escenario cuando la imaginación se lo permitía.
Alfredo nos contaba alguna anécdota de cuando vivía en esa otra ciudad tan querida por él… tan añorada…
Alfredo era un artista, a ratos cantante, a ratos humorista… consiguió hacernos reír mucho en aquel cuarto.
Y un día…. Muy lejano a todo esto… Alfredo volvió y me contó que no entendía este embrollo… que no entendía como se había muerto todo lo nuestro...no entendíamos cómo hacía algún tiempo podíamos reírnos de la vida… y ahora… ella nos daba puños y patadas… Quizá aquel día Alfredo estuviese sufriendo una alucinación… quizá es que nunca hubiera risa… yo…. de aquella época… recuerdo sólo teatro…